Hemos tenido el placer de compartir un magnífico tiempo con el Cardenal don Fernando Sebastián en relación a cuestiones sobre la educación que vivimos. Sirvan estas líneas como avance de la ponencia que disfrutaremos el próximo viernes 5 de mayo en nuestra fase diocesana del I Congreso Interdiocesano de Educación:
¿Como valora la situación de la educación en este momento en nuestro país?
No quiero ser injusto con nadie. Pero mi impresión personal es que la educación está hoy en España peor que hace treinta años. Por muchas razones. Demasiados cambios legislativos. Ideologización y politización de la enseñanza y de la educación. Menos exigencia. Menos esfuerzo. Mas condescendencias. El factor decisivo en la educación es la dedicación de los padres y de los maestros. Y la exigencia, moderada pero continua.
¿Cuál es el desafío de la escuela católica en este momento?
En los colegios católicos se ha vivido la crisis general del posconcilio. Bastantes colegios religiosos perdieron un poco el rumbo. Tengo la impresión de que las cosas están más serenas, hay una preocupación más clara y más efectiva para la educación cristiana y la práctica efectiva de la vida cristiana de los alumnos. Los colegios católicos no pueden ser meros centros de “enseñanza”. Aunque lo sean ejemplarmente. Tienen que saber formar personalidades cristianas. Dicho de otra forma, tienen que saber formar cristianamente la personalidad de sus alumnos. Y llevar su influencia evangelizadora y educativa hasta las mismas familias.
Ahora se añade la dificultad de la falta de religiosos o de educadores que vivan intensamente la fe cristiana y sean capaces de transmitirla.
¿Qué retos son los más apremiantes en estos momentos?
El reto principal, el factor decisivo para que un colegio católico sea lo que tiene que ser es el poder contar con un conjunto de profesores verdaderamente vocacionados y dedicados. En el proceso educativo, lo decisivo es el educador.
Luego hay que contar con la personalidad de cada educando, su familia, sus ambientes, lo que se quiera. Pero el factor decisivo es la relación alumno/educador que el educador tiene que saber iniciar y cultivar.
¿Por qué la religión en la escuela pública ?
Con frecuencia damos argumentos tibios. Decimos que es necesaria para entender la cultura y la historia de España, que es un elemento cultural importante. Es verdad pero no es suficiente. Hay que decir claramente que la religión es un elemento esencial de la vida humana. Es esencialmente libre, no forzamos a nadie, pero tanto para aceptarla como para rechazarla con responsabilidad hay que conocerla con cierta seriedad. Y más en un mundo tan variado y tan pluralista como el nuestro. Luego pueden venir las demás razones.
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